El recorte es del periódico soriano Labor, que habla de la feria de la Inmaculada de 1934 y la foto, del mismo evento en diciembre de 1927.
Vemos a la derecha la ermita de las Torres con el hospital todavía en pie, aunque ya abandonado. A la izquierda de la Puerta de Aguilera las casas siguen aproximadamente el trazado de la cerca de tapial de la Villa nueva. No sucede así en la parte derecha donde ya las primeras viviendas invaden ese terreno que no fue de nadie y que por tanto era de todos, demostrando lo dificil que fue siempre mantener criterios urbanísticos y mas en aquella época en la que desde la cuna unos tenían privilegios y otros casi solo obligaciones.
Unos cientos de metros a la izquierda de la de Aguilera, hubo otra puerta de la que no queda mas rastro que su nombre: El Postigo, que es tambien el de la calle que nace allí mismo. El vulgo la bautizó como Las Portonas, y tambien otra calle lleva ese nombre
También se aprecia la amplia explanada que se abría extramuros, donde se colocaba el ganado de la feria, y que ahora está en su mayoría llena de edificaciones.
La Inmaculada era el día grande, con calles rebosantes de forasteros que no se arredraban ante el clima poco propicio de estas fechas, cuando todavía no se había inventado el cambio climático. La villa herbía en un ambiente festivo y en las tabernas se consumían arrobas y mas arrobas de vino de la Ribera y cazuelas gigantescas de figón (receta local de bacalao).
Desde hace unos años, perdida definitivamente la tradicional feria de ganado que era una de las mas importantes de España y de Castilla, el ayuntamiento organiza una feria de artesanía que tambien tiene su poder de convocatoria. Por allí nos veremos.
@ Koborrón;
ResponderEliminar¡Que lástima no haber podido acudir a la feria de artesanía! Espero que os haya acompañado un numeroso público, además del tiempo.
La fotografía que encabeza está entrada me encanta. Me tienes que decir de dónde ha salido y darme tu consentimiento para poder "robártela" y colocarla en mi bitácora de Bordecorex.
Un saludo desde Pueblo de Bordecorex
Cura ut valeas!