El consul Quinto Fulvio Novilior determinose a acampar cerca de Numancia, en donde pasó un cruelísimo invierno. No sabían los romanos lo que era invernar en Hispania, en una meseta a 1.200 metros sobre el nivel del mar, y en la provincia de Soria, expuestos a las nieves y aires del Moncayo, por lo que los días se hacían eternos y las enfermedades tan agudas como mortales, excaso de víveres y de vituallas se dirigió a Axenia, ciudad bien provista, como mercado que era de los celtíberos (¿Berlanga?) pero con tan mal exito que tuvo que volverse a sus reales sin ellos, viendose obligado a levantar el sitio en una noche.
La identificación de Axenia no está definida, pudiendo aplicarse a alguna de las ciudades próximas a Numancia, y en situación propicia y en cruce de vías, por lo que indico a Berlanga, cuyo nombre antiguio realmente nos es desconocido, pero que siempre conservó gran importancia como mercado (Cortes la aplica a Buenache o Ayora, pero sin razón de verosimilitud alguna)
Los Arévacos. Narciso Sentenach. Revista de Archivos, bibliotecas y museos. 1914
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