Seguiremos hoy el antiguo camino de Villasayas a Barahona (Carrabarahona). Hemos salido de Villasayas tras contemplar el catálogo de monstruos medievales de las arquivoltas de su iglesia y caminamos con paso sosegado rodeando el cerro Serval por un camino marcado por un
pequeña cruz de madera, que despide al viajero. Podremos apreciar
los restos de tainas y las numerosas cerradas, que nos dan fe de la
importancia ganadera en otros tiempos no muy lejanos.
Muy
pronto a la derecha nos encontramos con dos fuentes, la de la Sima y, la que llaman Fuente Domingo, con sus abrevaderos de piedra. Fuentes de abundantes y buenas aguas, como decían los antiguos censos castellanos.
A a la izquierda a 1.116 m de altitud, en el cerro del Torrejón, se encuentra una cruz de madera en un pedestal hecho de piedras, y como indica su nombre, allí se ubicaba una torre de vigilancia. Un poco más adelante a la derecha esta la fuente del Agua Mayor, y junto a ésta un pequeño abrigo en el que hay una pintura rupestre esquemática.
Seguimos
avanzando y a la izquierda al pie del camino nos topamos con un
rustico altar, en cuyo centro hay una cruz, y al lado una losa en la
que todavía se aprecia una cruz gravada.
Tanta
cruz da en pensar que estuvieran para
proteger al pueblo de las brujas de Barahona, aunque seguramente
fueran lugares donde se celebraba la fiesta de Las Garrochas, como se
hacía en la Cruz de Pelos.
Nos
acercamos a Barahona; nos lo muestra el Mojón Gordo de unos 4 m
hecho con piedras.
En
nuestro camino desde hace un rato tenemos de referencia la iglesia de
Barahona, vigilando desde el cerro toda la comarca.
© Axinio MMXIII
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