"Vi en medio de la tierra un árbol alto sobremanera. Aquel arbol creció y se hizo corpulento. Su cima tocaba en los cielos, y se veía en los confines de toda la tierra. Era de hermosa copa y ramaje, y daba abundantes frutos. De él saldría mantenimiento para todos. Las bestias del campo se cobijaban a su sombra, y en sus ramas podían anidar las aves del cielo". (Libro de Daniel) Foto de Mallol
En una de las restauraciones de hace unos años, aparecí con algun visitante a ver la ermita, encontrándome la agradable sorpresa de que el guarda era un viejo conocido de Caltojar. Al entrar en la iglesia nos encontramos un andamio por el que trepé con avidez y emoción, tras conseguir la licencia del amigo guarda y tuve la fortuna de estar unos minutos en ese habítaculo o cupulín superior de la columna palmera, lugar iniciatico y místico que, según Martínez Trejo, es parte principal y razón de ser de la iglesia. Se podía estar perfectamente de pie y todavía sobraba espacio.
A este viejo conocido le preguntamos por los restos de San Baudelio y nos contó la curiosa leyenda de que se guardan el el pueblo de Nódalo, en Tierra de Calatañazor, y que en cierta ocasión los vecinos de Casillas acudieron hasta allí a recuperarlos. Los de Nódalo dejaron claro que el nombre de su pueblo (NO DARLO) se lo habían puesto para que nadie se hiciese ilusiones de recuperar al santo.
Después de muchas restauraciones San Baudelio sigue despojada de sus pinturas principales que continuan dispersas por el mundo, fuera del lugar para el que fueron creadas y del que nunca debieron salir.
En ESTE artículo de Eduardo Arroyo se cuentan más cosas interesantes sobre la ermita que, como dijo Jesús Torbado, emociona al hombre de corazón más duro.
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