6 de mayo de 2013

La Aljama de Berlanga


Interesante artículo sobre los judíos en Berlanga, publicado en el blog JUDERIAS DE SEFARAD, en el que, aparte de esta sobre nuestra comarca, se encuentra gran cantidad de amena información sobre las vicisitudes de esta comunidad en toda la península Ibérica.

La Villa de Berlanga de Duero se situó en un lugar privilegiado desde un punto de vista estratégico durante la reconquista, ya que está en la entrada de las sierras que limitan la meseta castellana de Soria y Guadalajara. Por eso, durante la Edad Media fue un lugar muy codiciado tanto por las tropas musulmanas, ya que desde allí podían lanzar sus correrías por la llanura, como por los cristianos en su camino hacia el sur de la península.

Parece que fue en el siglo XII cuando se empezó a conformar la comunidad judía de Berlanga, que en el siglo XIII llegó a sostener hasta cien familias. En los repartimientos del «servicio y medio servicio» de los judíos de Castilla de 1484, 1485, 1490 y 1491 en la Villa  se recaudan entre 500 a 1000 maravedíes, lo que nos indica claramente que la comunidad hebrea en la población no fue de un tamaño demasiado grande en comparación a las cercanas de San Esteban de Gormaz, Medinaceli o Sigüenza, y, casi la cuarta parte que la de Almazán, pero muy superior a la de Burgo de Osma. Cuando se analizan estos datos siempre hay que aclarar que no existe una relación lineal entre el aporte y la población, y que en bastantes ocasiones se dio que grandes aljamas aportaron menos que otras de menor población, por lo que la comparación debe hacerse de manera relativa. Según Valero Hernández, en 1490 vivían unas ciento cincuenta familias judías en esta villa.

También hay que indicar que esta aljama solía tributar con los judíos de Fuentepinilla y de Tajueco, por lo que el número de familias judías en Berlanga es aun inferior a la que podría parecer en un primer instante. Hay documentación que además indica que hacia 1470 familias judías de estas tres localidades fueron a vivir a otras localidades cercanas, como AndaluzVelamazán y Atienza. Esto además, puede ser una de las razones por las que el apellido Yubero, de claro origen judío por la deformación de Yudería a Yubería y de ahí Yubero al perteneciente a esa Yubería, esté muy extendido en esta comarca.


La judería de Berlanga de Duero, según relatan Blas Taracena Aguirre y José Tudela de la Orden en el libro “Guía artística de Soria y su provincia”, se extendía, pasada la puerta de Aguilera, desde el llamado Mirador de las Monjas (el Convento de las franciscanas concepcionistas, aunque este no fue construido hasta bien entrado el Siglo XVI) hasta el Jaráiz, o sea, el lagar, que podría ubicarse en el extremo sur de de Berlanga, sin que sepamos su situación exacta. 



Lo que sí está claro es que la judería ocupó una zona en la que hoy en día se conservan calles cuyos topónimos nos permite ubicarla. Las calles de Yubería Baja y Yubería Alta son dos de las calles que sin lugar a dudas nos evocan a la comunidad judía, tal como hemos comentado antes.

Ver La Judería de Berlanga de Duero en un mapa más grande

Estas calles además, están muy próximas al convento de franciscanas concepcionistas, donde según Valero Hernández se ubicó la sinagoga, sin que se haya confirmado ni documental o arqueológicamente hasta la fecha esto.



Mientras duró la tolerancia, desde la promulgación de las Siete Partidas en el Siglo XIII durante el reinado de Alfonso X, la comunidad judía vivió en una relativa calma con el resto de población cristiana y morisca en Berlanga de Duero. No hay documentada ninguna agresión de importancia a esta comunidad durante el Siglo XIV o el Siglo XV, aunque es probable que hechos como los ataques de 1391 a comunidades judías pudieran haberse producido.

Ya hemos comentado que aunque la población judía en la provincia de Soria no fue muy numerosa, hay un dato bastante interesante, y es que si fue alto el número de procesos inquisitoriales por judaizar que se dieron en la provincia tras la expulsión de 1492. Casi 600 casos procesos inquisitoriales se dieron durante el siglo XVI entre las villas de Almazán, Medinaceli y en la propia Berlanga casi una cincuentena, entre 1492 y 1539, según Francisco Cantera Burgos, entre ellos el de María Nuñez

De origen gótico para marcar el carácter de villa, y presumiblemente utilizado durante las ejecuciones inquisitoriales, hay a la entrada de Berlanga, en la zona llamada eras de la Soledad, una picota o rollo. 


Cuenta Juan Manuel Bedoya en sus Memorias históricas de Berlanga que aún en 1775 se podían ver en la Colegiata lienzos, o sambenitos, que tapizaban el muro de la puerta norte donde se podían leer los nombres, apellidos y fecha de los judíos condenados por el tribunal de la Inquisición. Sin embargo, Florentino Zamora, refiriéndose a esto, relata que dichos lienzos, debido a que eran motivo de burla para los vecinos cuyos antepasados fueron objeto del tribunal de la Inquisición, lograron que estos acabaran en la hoguera, perdiéndose sin duda esta fuente documental para el estudio de la población conversa de la villa y de la provincia de Soria.

Bibliografía:
[1] El pasado judío deBerlanga de DueroRicardo Muñoz Solla. Convivencia de culturas y sociedades mediterráneas, 2004, ISBN 84-9769-069-9 , págs. 75-90.
[2]  Encuentros Judaicos de Tudela (5. 2002) Cristianos, judíos y moros en Berlanga de Duero. Francisco J. Jiménez Caraballo. Celtiberia, ISSN 0528-3647, Año nº 54, Nº 98, 2004 , págs. 41-62.  
[3] Guía artística de Soria y su provincia. Blas Taracena y José Tudela. Madrid. Revista de Occidente, 1962.

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