Desde los tiempos más remotos, antes de que la religión imperante se lo llevase a su terreno, se han practicado, en estas fechas del solsticio, infinidad de ritos vinculados a la purificación y a la fecundidad. El fuego y el agua tienen propiedades especiales y mágicas durante esta noche por lo que todos los ritos tienen relación con estos dos elementos. Es aconsejable que hagamos un paréntesis en nuestras vidas racionales y creamos en las fuerzas de la naturaleza. Dicen que es bueno bañarse o andar descalzo sobre el rocío, porque eso nos asegura la salud para todo el año. En cuanto a la salud espiritual, hay un ritual de purificación que protege contra "o meigallo" que consiste en recoger flores del campo durante la tarde del día 23, todo tipo de flores, pero si es posible que no falte la hierba de San Juan, nombre popular del hipérico o corazoncillo. Al anochecer, se meten en un barreño y se dejan a la intemperie toda la noche, en el agua que habremos recogido de un manantial o rio cristalino. Para los que tengan la desgracia de estar alejados de rios o manantiales, hace igual efecto el agua del grifo. Por la mañana tenemos que lavarnos todo el cuerpo con esta agua impregnada de toda la magia de la naturaleza. Ya me contarán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario