Después del enorme impacto emocional que representó contemplar el estado actual de las vias del tren en Rebollo, plagadas de endrinos, espinos y escaramujos, entre otras hierbas, he estado buscando cosas sobre trenes. Muchos seguimos empecinados en convencer al mundo de lo facil que sería volver a poner en marcha el Valladolid-Ariza, que es como decir el camino más corto entre Francia y Portugal, dos estados miembros de la Union Europea, a los que supongo interesados en mejorar sus comunicaciones. Pues bien, he descubierto con asombro, en un blog llamado y me quedé esperando al tren, una trama de corrupción en torno a esta linea ferroviaria en los años 70, que acabó con el suicidio de uno de los culpables. Es asombroso comprobar tambien como en aquella epoca se sobrevivía aletargado sin que trascendieran estas noticias y otras de mas importancia. Es decepcionante comprobar como a ningún régimen político le ha interesado nunca lo más mínimo la articulación de sus territorios, el equilibrio regional y otras pamplinas por el estilo, que son motivo de grandes desvelos incluso para los gobernantes del tercer mundo, porque ven en ello nada menos que la propia supervivencia de sus estados.
Para muchos, el tren no solo es un elemento romántico, sino sobre todo un elemento de progreso. Pero el tren de verdad, no esos gran velocidad en los que andan los poderes gastando los recursos, para llegar de Madrid a Barcelona en muy poco tiempo y sin parar apenas en los cientos de pueblos y ciudades que se encuentra en el camino. Esto no es progreso, esto es basura y eso no interesa mas que al capitalismo mas salvaje, del que a los sorianos ya hace tiempo que nos amputaron. Qué se lo metan por donde les quepa.
Pero hay otra bitácora más sobre el tren con la que he pasado un rato agradable, y que os la recomiendo: Mixotrenes
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