Las de los habitantes de la provincia, son en lo general sencillas; dócil y humilde aunque sin bajeza su carácter; pero tienen cierta dosis de suspicacia que les hace ser muy mirados y circunspectos para sus tratos y contratos, en los que jamás faltan a las leyes y buena fe. No aborrecen el trabajo pero tampoco lo buscan con avidez, ni se dedican a proporcionarse los muchos medios que sus felices disposiciones intelectuales y despejo les podrían proporcionar, aun en medio de la aspereza del terreno, para procurarse una vida más cómoda. Parcos y aun casi mezquinos en algunos puntos para la comida y el vestido, que una y otro hacen de genero del país, limitan las demás necesidades, que pueden decirse de puro lujo, por excusarse el trabajo de satisfacerlas. Respetan las leyes y las autoridades, aborreciendo toda clase de alborotos y conmociones. En sus diversiones y fiestas, aun cuando alegres y obsequiosos, no desmienten la gravedad castellana y rara vez hay que deplorar los horrorosos crímenes que se cometen en otros países de más feracidad y por consecuencia de mas lujo y molicie, origen de los vicios" (Madoz. 1850.)
12 de marzo de 2010
Usos y costumbres
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