Quevedo y dos amigos se fueron de escursión y llegaron a una posada, pero ya era muy tarde y la posadera les dijo que solo le quedaba un güevo.
–¿Qué vamos a hacer con un güevo pa los tres?
Y Quevedo, que era muy ocurrente, dijo que el que soñara la cosa mas rara, se comería el güevo pa desayunar; conque se levantan por la mañana y le dice Quevedo a uno:
– Tú ¿qué has soñao?
– Que corría por los tejaos.
Y le dice al otro "– Tú, ¿qué has soñao?".
– Yo, que volaba montao en un dragón. Y tu, Quevedo, ¿qué has soñao?
– Pues yo he soñao que estabais los dos muy lejos y que no ibais a volver, asi que me levanté y me comí el güevo.
–¿Qué vamos a hacer con un güevo pa los tres?
Y Quevedo, que era muy ocurrente, dijo que el que soñara la cosa mas rara, se comería el güevo pa desayunar; conque se levantan por la mañana y le dice Quevedo a uno:
– Tú ¿qué has soñao?
– Que corría por los tejaos.
Y le dice al otro "– Tú, ¿qué has soñao?".
– Yo, que volaba montao en un dragón. Y tu, Quevedo, ¿qué has soñao?
– Pues yo he soñao que estabais los dos muy lejos y que no ibais a volver, asi que me levanté y me comí el güevo.
(Un cuento que me contó mi agüela. La foto es de ernaneitores en Flickr)
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