La calzada citada, de la que se ocupó Guillermo García Pérez en uno de sus libros, seguiría el mismo camino que Almanzor, es decir, Berlanga por la calle que baja a la dehesa, tradicionalmente conocida como La Calzada; continuaría por los antiguos itinerarios mas o menos paralelos a la actual carretera, atravesando Ciruela y Casillas, hasta Caltojar, donde un ramal continuaba hasta Sigüenza y otro a Medinaceli, por Baraona, Romanillos, Yelo y Miño. Todavía en algunos tramos es posible ver parte del empedrado original.
Hace tiempo descubrí junto al camino de Bordecorex una piedra labrada, que por su parecido con las encontradas en la necrópolis de Baelo Claudia, en Cádiz, supuse que podría ser una estela romana. Hace pocos días volví a pasar por allí y la piedra se había convertido en un poyo para descansar; una muestra más del espíritu práctico de nuestras gentes, casi siempre por encima de cualquier otra consideración artística o espiritual.
Gracias a esta piedra descontextualizada, descubrí la existencia de ese pueblo desaparecido de Santa María; oi mencionar la ermita y la maldición de una franja de tierra donde todo lo que se siembra no acaba de dar los frutos esperados, como si algo por debajo se lo impidiera; supe que el arado había sacado a la luz otras dos piedras trabajadas que hasta hace poco estuvieron también al borde del camino, pero que han desaparecido. Lamentablemente poco más se puede conocer de la memoria huidiza de los hombres; habrá que esperar a que el arado nos aclare alguna cosa.
Publicado por: A x i n i o
© Axinio Valeranicus MMVIII
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