18 de septiembre de 2013

Apariciones

En los pueblos próximos a Berlanga de Duero están las gentes fuera de sus casillas. La Virgen se ha aparecido a una niña de nueve años, natural de Abanco y guardadora de ovejas, como es de cajón.

"¡Es la Virgen, padre, es la Virgen!", comenzó a gritar el arrapiezo femenino al autor de sus días, que había ido a llevarle la comida en el momento de ocurrir el siniestro.
Al día siguiente nueva aparición y gritos nuevos...

Corre la noticia; acuden imbéciles de los pueblos comarcanos; la pastorcilla, con lengua más limpia que los pies, da detalle de como es la Virgen, del traje que lleva, de los objetos que la adornan; los mastuerzos piden a la Virgen (¿a que han ido si no?), lo que cada cual necesita, por conducto de la mocosuela que dice que la vé; y las autoridades tan tranquilas, sin disponer que a la niña le apliquen unas duchas, al papá un alguacil, y a los comparsas unos guardias civiles; y que se busque y capture para administrarle una rechifla (mejor le estaría una paliza), al fraile que en la sombra maneje los hilos de la aparición.
Porque indudablemente hay aquí un fraile, como siempre que detrás de una tapia se ven las orejas de un burro, hay un burro detrás de la tapia.

El Motín, periódico satírico semanal. Madrid, 19 de febrero de 1898

13 de septiembre de 2013

Recónditas Berlangas

Nuestro equipo de investigación ha localizado nuevos asentamientos en el mundo con el nombre de Berlanga. Se trata esta vez de cuatro pequeñas aldeas plantadas en una zona montañosa a casi dos mil metros de altitud en el Estado mejicano de Nuevo León. Todas ellas pertenecen al Municipio de Galeana, que se encuentra 200 kilómetros al sur de Monterrey, la capital del estado, en el noroeste de México, haciendo frontera con Tejas (EEUU). Este municipio de Galeana tiene una extensión de  7.150 km2, una superficie que vendría a ser como toda nuestra provincia de Segovia; y una población de unos 40.000 habitantes. Asi pues la densidad de población es muy baja debido fundamentalmente a su carácter montañoso, su aislamiento, la creciente desertización del suelo y la consecuente falta de agua.

Panorama general del municipio
Video sobre la falta de agua en la Presita de Berlanga.

Las cuatro aldeas  se encuentran en el sur de la provincia relativamente cercanas, aunque mal comunicadas entre ellas. He aquí sus nombres:
LA PRESITA DE BERLANGA. Rancho a 2.100 metros de altitud, con 162 habitantes
SAN FRANCISCO DE BERLANGA, está a 1.860 m. y tiene 317 habitantes
MARGARITAS DE BERLANGA, está a 1.720 m.  300 habitantes
SAN ISIDRO DE BERLANGA, está  1.900 m. y tiene 52 habitantes




Mucho menos recóndito es el paraje pinariego de La Fuente Berlanga, entre Navalcaballo y Lubia, en la mata de pinares que se encuentra detrás del polígono industrial de reciente creación, junto al rio Mazos, en la misma divisoria de los términos de Navalcaballo (Los Rábanos) y Lubia (El Cubo de la Solana)
A modo de recordatorio, os dejamos el enlace con la recopilación de todas esas  Berlangas, cercanas o recónditas que hay por el Mundo:


3 de septiembre de 2013

Querencia

1. f. Acción de amar o querer bien.
2. f. Inclinación o tendencia del hombre y de ciertos animales a volver al sitio en que se han criado o tienen costumbre de acudir.
3. f. Ese mismo sitio.
4. f. Tendencia natural o de un ser animado hacia algo.
5. f. Taurom. Tendencia o inclinación del toro a preferir un determinado lugar de la plaza donde fijarse.
(Diccionario de la Academia Española)



Asi pues, retornaremos a la querencia una vez más, con el ánimo más bien encogido, como es costumbre en épocas de estiaje vecinas al equinoccio, cargadas de despedidas y de añoranzas por todo lo que se va perdiendo por el camino.

Pero hemos de seguirlo y no sería conveniente que nos apeáramos en estos momentos cuando hay todavía tantas cosas que contar...


Ayer, cuando volvía a Berlanga, por el viejo camino que ya se ha convertido  en querencia, me salí de la vía principal para, en un par de kilómetros llegarme al pueblo que lleva también este nombre de Querencia, del que cada vez van quedando menos cosas en pie, con su iglesia salvada casi en el último momento del derrumbe, con su fuente todavía copiosa y su abrevadero, rodeados ambos de copudos chopos de añosos troncos. 





Por el camino voy comiendo deliciosas moras de un moral que saca sus ramas por entre una tapia medio hundida. Subo a una loma por detrás de la iglesia para tomar unas fotos y sorprendo entre las matas a una docena de perdices que echan a volar sorprendidas por el inesperado visitante. 

Se divisa el pueblo cercano de Tobes, igualmente abandonado aunque con algunos proyectos para rehabilitarlo y también el imponente castillo de La Riba de Santiuste, un poco más allá otro pueblo, este con vida: Sienes; y unos kilómetros al saliente, otro abandonado y sin esperanza: Torrecilla del Ducado.


Si no fuera porque tenemos ejemplos de abandono bien cercanos, podríamos decir que la despoblación se halla a tan solo una treintena de kilómetros al sureste de Berlanga, y avanza como si buscase su querencia por estas serranías que separan las dos provincias, arrugando las estrechas carreteras hasta convertirlas en polvo y piedras sueltas, como este tramo de no mas de un kilómetro que hay desde el cruce hasta Querencia por el que se ven los primeros corrales y edificios arrumbados, presagio del abandono que nos vamos a encontrar unos metros más arriba, porque es abandono, lo que desgraciadamente nos encontramos a cada paso, aunque se adivine actividad en algunas fincas pasada la fuente, por el ruido de animales y algún tractor, y por las huertas que aprovechan la fertilidad de la tierra.


También se adivina actividad en algunos desescombros en solares a la entrada del pueblo que podrían representar la rehabilitación de algunas casas. Esperanza, que como dice el clásico es lo último que debe perderse, aunque no me encuentro a nadie que confirme ni desmienta, así que me voy por donde he venido con las manos y la lengua manchadas de mora.