6 de marzo de 2014

Diálogo de gallinas en Valderrueda

-Como gallo vuestro que soy, os conmino a que despejéis la subida a la iglesia, que no es lugar apropiado para vuestros cotilleos- dijo el gallo con evidente mala leche.
Las gallinas reaccionaron con rapidez, cambiando el rumbo hacia los muros desvencijados  de unos pajares
Eran gallo y gallinas, los únicos habitantes de las calles de Valderrueda a esa hora de la tarde, si no contamos al gato, que enseguida desapareció por una gatera.
-Pues mi abuela -dijo una gallina- recordaba haber oído que La Soraya venía por aquí con su tío Virilo, a vender el pan.
-Pues si viniera ahora no vendería ni un colín, porque cada año que pasa quedan menos humanos por estos pueblos. ¡Si casi somos ya más gallinas que personas! -dijo otra gallina altanera y orgullosa.
-Y sin casi -dijo la gallina más sabihonda de todas, que ocupaba interinamente el puesto de secretaria del gallinero, por desaparición de la titular, se cree que víctima de un guiso de arroz.
-Y, siendo la susodicha, orihunda por parte materna de estos territorios, ¿no sentirá cierta comezón, al contemplar la agonía en que se van sumiendo? -replicó una vieja gallina de tornasolado plumaje.
Todas las gallinas bajaron la cabeza y meditaron largamente las sabias palabras de la más vieja.
 En eso, volvió el gallo inquieto a dar otro golpe de timón, y condujo el grupo hasta el gallinero, con lo que nos quedamos sin conocer más detalles de esta jugosa y gallinácea conversación.

Protestas contra el fracking en Sigüenza

El pasado 26 de febrero la Señora Cospedal realizó una visita institucional a la Ciudad de Sigüenza, rodeada de amplias medidas de seguridad como viene siendo habitual en todos los desplazamientos de esta polémica mandataria. 
En los alrededores del castillo se organizó una pequeña manifestación de protesta contra los oscuros planes de fractura hidraulica (fracking) en la comarca de Sigüenza y territorios limítrofes de las de Medinaceli y Berlanga. Allí acudimos unos cuantos sorianos por la parte que nos toca en lo que supondría la puntilla definitiva para la despoblación y la desolación de nuestros campos.