25 de enero de 2014

Ciruela en el Diccionario Geográfico-Estadístico de D. Sebastián de Miñano


Como ya referí al hablar de Berlanga en el mismo diccionario, éste se publico en el primer tercio del siglo XIX y es anterior al de Pascual Madoz y fue una magna obra que compilaba en 11 volúmenes todos los pueblos de España.
De Ciruela decía: L.S. de España, provincia de Soria, obispado de Sigüenza, partido de Berlanga. A.O., 20 vecinos, 90 habit., 1 parroquia que tiene por aneja la de Casillas, 1 ermita, 1 hospital. Sit. en terreno llano, a orilla del río Escalote y cerca de Berlanga y desde él se ve el convento de este último pueblo. Produce corta cosecha de granos y algún ganado lanar y vacuno. Dist. 9 leguas de la capital. Contr. 555 rs. 32 mrs. Derec. enaj. 45 reales 3 mrs.

24 de enero de 2014

Leyenda de la Sima del Coborrón

Vivía en Berlanga, no hace muchos años, una joven muy pobre llamada Adelina, huérfana desde muy pequeña, que vivía con su abuela en una humilde casa en el barrio de Las Pedrizas.

La víspera de San Juan se levantó Adelina muy temprano y le confesó a su abuela con lágrimas en los ojos, que no podría asistir al baile de esa noche por no tener vestidos ni adornos propios para la ocasión. Todas las mozas de la comarca irían a la fiesta menos ella. La abuela trató de consolarla, explicándole que la belleza y la bondad de corazón no siguen el mismo camino que la posesión de riquezas o de palacios y que el premio para las muchachas buenas y lozanas como ella, era sin duda el encuentro del amor verdadero, más pronto que tarde.

Adelina confesó a su abuela el amor que sentía por el pastorcillo Serafín, que pastoreaba a menudo con sus cabras por Las Peñas y ella lo mirada embobada desde la ventana de su alcoba, aunque nunca había hablado con el más de dos palabras.

La abuela viendo que no cesaba en su aflicción, le propuso ir hasta la Sima del Coborrón a recoger un ramo de flores, que adornan más que el oro, y que son las más hermosas en esos días del solsticio. Con ellas le haría una diadema para lucirla en el baile de por la noche
-Corta un ramo, pero no te entretengas porque la bruja que vive dentro de la cueva hechiza a las mozas guapas que se acercan y las condena a no salir nunca de allí, salvo en la noche de San Juan.
-Que tonterías, abuela. Las jóvenes que desaparecieron en ese paraje se caerían sin querer.
-No te fíes, Adelina, corta las flores y regresa pronto, que ya he puesto las sopas al fuego. Por la tarde te haré la diadema y esta noche serás la mas guapa del baile.

Cuando estaba recogiendo las flores, comenzó a sentir una hermosa melodía, y al mirar hacia la sima vio que la boca se iluminaba y que junto a ella había una princesa con corona y una túnica azul turquesa. Era la bruja, sin duda, que usaba estas artimañas como en los cuentos infantiles para engañar a Adelina.
-Acércate, muchacha, que te cambio las flores por una diadema de oro de verdad, para que vayas con ella al baile. Ven conmigo, elije la que quieras y será para tí.

Sin hacer caso de la advertencia de su abuela, entró Adelina en la sima y desapareció.
En el baile por la noche, Serafín la echó de menos y la abuela llorando le contó lo sucedido. También el pastorcillo andaba loco por Adelina y tampoco había encontrado ocasión para decírselo. Pasó todo el año pensando en ella y llevando a menudo a las cabras por las inmediaciones de la sima, por mantener vivo su recuerdo y esperando quizás un milagro. 

La siguiente noche de San Juan después de guardar los animales en la taina, se marchó para la sima y se quedó dormido junto a la boca, hasta que la misma hermosa melodía de antes, lo despertó al mismo tiempo que salía la comitiva de las muchachas desaparecidas en la caverna a lo largo de los tiempos. Se fijó en Adelina, que se veía radiante con túnica blanca y una diadema dorada en la cabeza, salió rápido a su encuentro y la besó en la mejilla, con lo que el hechizo desapareció y los dos se marcharon raudos monte abajo al baile de San Juan, después de dar a la abuela la mayor alegría de su vida.

Adelina y Serafín se casaron, sacaron unas perrillas de vender la diadema de oro, con las que arreglaron la casa que Serafín tenía en La Yubería, a la que se llevaron a la abuela. Compraron un rebaño de cabras propio, tuvieron una docena de hijos y vivieron felices muchos años.

Un día tras un temblor de tierra, la Sima se cerró para siempre, con los seres mágicos que la habitaban, pero todavía en el solsticio, por aquellos parajes, siguen naciendo las flores más hermosas.
FIN


14 de enero de 2014

La atalaya de Bayubas de Abajo es declarada B.I.C.

La Consejería regional de Cultura y turismo ha declarado Bien de Interés cultural la atalaya de Bayubas de Abajo, conocida también como de La Pedriza o de la Taina de La Hoz.

Se declara la Atalaya de Taina de la Hoz en Bayubas de Abajo (Soria), bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Al mismo tiempo, y en cumplimiento de las prescripciones impuestas por la legislación vigente, se delimita un entorno de protección. 

En la delimitación del entorno de esta atalaya, se ha tenido en cuenta su ubicación exenta en la parte superior de un cerro, desde donde domina y controla el paso de la Hoz en una ruta secundaria hacia la principal entre Berlanga y Gormaz, que comunicaba el pueblo de Bayubas con el castillejo y despoblado de Badorrey a través del vado sobre el Duero. Frente a la torre en el otro lado del desfiladero se encuentra una cueva conocida como El Horno de La Mora.

Se trata de una torre cilíndrica de la que solo se conserva una parte del perímetro. Por lo que aún queda en pie, con una altura máxima de 4,5 metros podemos inferir que era de grandes dimensiones, con un diámetro exterior de mas de  6m. El muro en su parte inferior tiene una anchura de 1,5 metros. Al igual que en otras atalayas, el muro de la planta baja presenta mayor anchura, decreciendo en los pisos superiores. A una altura aproximada de 3,5 metros se conservan los restos de mechinales donde hubieron de estar situadas las vigas que soportarían el primer piso. No hay vestigios de vano de entrada. Esta construida mediante sillarejo dispuesto en hiladas, trabado con mortero de cal, con piedras calizas irregulares, más gruesas en su parte inferior. Conserva parte del enfoscado de cal en su zona exterior. 

La declaración afecta también a otras cuatro atalayas colocadas estratégicamente en el municipio del Burgo de Osma, son las de Lomero y Valdenarros, en torno al nucleo del Burgo, La de Uxama y la de El Enebral (estas dos últimas restauradas hace unos años). Se han olvidado de la de Lodares.

3 de enero de 2014

Libro sobre Paones


Por la mañana estuvimos en la librería Las Heras, curioseando nuevos títulos sobre Soria y sus pueblos, pero este no lo encontramos; y por la tarde como por arte de encantamiento apareció en el bar de Recuerda, donde no nos dio tiempo a leerlo entero porque se trata de un repaso concienzudo a todos los hitos artísticos, naturales y paisajisticos; a las tradiciones, usos y costumbres; unos y otras desfilando ya por el inexorable viale del tramonto, pero vivos todavía en la memoria de muchos, como este Rafael López García, paonense ilustrado, de 1947, que realiza una digna labor recopilatoria que puede servir de ejemplo a muchos otros pueblos castellanos, para dejar constancia de lo que fueron.


En otros tiempos, lejos de la globalización, cada pueblo por pequeño que fuese, tenía su propia singularidad. Es bueno que quede plasmada para saber lo que hemos sido no hace tantoEs bueno también que se conozca la riqueza monumental y turística que atesora el pueblo de Paones, en la comarca y fuera de ella, vestigios de la prehistoria y paisajes de leyenda. 

Una joya, este libro, para todos los que nos gusta saber que había en los pueblos antes de que no quedara (casi) nada.