30 de diciembre de 2009

La Batalla de Cenagra

Ha llegado hasta los oidos curiosos de un lector de este blog, que últimamente se están realizando partidas de paintball en Cabreriza. Este juego, al que algunos llaman deporte, nos ha llegado de los Estados Unidos de Norteamerica, donde lo practican diez millones de personas, y consiste en combatir entre dos equipos, disparándose bolas de pintura, vestidos como si acabara de llegar la tercera guerra mundial, con trajes militares y máscaras que confieren a los jugadores un aspecto diabólico.

La empresa que aparece como gestora del evento es Ocioaventura Almazán. Se supone que, bien esta empresa o el mismo grupo de jugadores tendrían los permisos de rigor para realizar estas actividades en las que, aparte de ponerse perdidos de pintura, se puede deteriorar el entorno. Hace poco, algunos exvecinos del pueblo se quejaban de la depredación que viene padeciendo, haciendonos notar la diferencia entre deshabitado y abandonado, que no es lo mismo aunque en este caso pueda parecerlo. Las casas de Cabreriza todavía tienen dueño, y algunos de ellos aún pagan la contribución en el ayuntamiento de Berlanga. El allanamiento, por tanto sigue siendo un delito.

Todas las fotos AQUI

La Balada de Cenagra

Estos días he desempolvado una vieja bicicleta que había por la casa familiar y, dispuesto a encontrarme cara a cara con la desolación, he sido capaz de pedalear hasta Cabreriza por el moderno camino de grava que sustituyó al de herradura, para uso de la maquinaria agrícola. Nadie fue capaz de construir una mísera carretera. Cabreriza está deshabitado desde 1973. En esa fecha los pocos vecinos, hartos de tanto abandono y aislamiento y con muchos años a las espaldas, decidieron poner tierra de por medio y marcharse a Berlanga o a otros sitios con un poco mas de vida y de servicios. Alli dejaron sus casas, sus huertos y sus muertos, la iglesia, la casa concejo, los corrales, los aperos, las imagenes de su vida, de su infancia, las fiestas, las rondas, las luminarias... Me pongo en el lugar de aquellas gentes. La angustia que debe sentir uno al abandonar su pueblo, y la que se debe sentir en el largo proceso que lleva a tomar esa decisión radical; algo inexplicable que solo puede comprender quien ha tenido la desgracia de vivirlo.

Julio Llamazares ha escrito sobre este tema y ha trabajado en una película titulada El Filandón (1984). Este escritor leonés enamorado de nuestras tierras de Soria, nació en Vegamian, un pueblo de la montaña que fue cubierto por las aguas del pantano del Porma. Tambien hay un librito titulado Noche de enigmas (Edelvives. 1990) del escritor segoviano Ignacio Sanz, inspirado, si no ambientado, en Cabreriza, un pueblo abandonado cerca de Berlanga al que en la novela se llama Cenagra

Cabreriza era un pueblo no de los más pequeños, a principios del siglo XX tenía 250 habitantes. Tenía buenas casas con abundante mampuesto y poco adobe, más usual en otros pueblos de la comarca. Estaba dividido en dos barrios, uno en la falda del cerro y otro en la cúspide, donde tambien estaba la iglesia de la Asunción cuya última construcción data del siglo XVIII. Parece que en su origen, en la repoblación de estas tierras fronterizas por el año mil, hubo una cabaña donde se recogían los pastores con su ganado, que eso es precisamente una cabreriza. Puede que hubiera algun resto de construcción que dejaran los musulmanes en su huida hacia el sur. La Iglesia, que es como decir El Poder, se ocupó de poblar el lugar con colonos de más al norte, a quienes se repartieron tierras, aqui y en el vecino pueblo de Alconeza, que tambien quedaría abandondo siglos después. El entorno era rico en agua, con un rio Talegones, al que suponemos mucho más generoso que en la actualidad, y varias fuentes. En los huertos se cultibaban legumbres y hortalizas, todas de producción ecológica. El ganado pastaba en la dehesa y en el monte de carrasca se cortaba la leña para las frías noches de invierno.

Al principio, despues del abandono, todas las casas estaban enteras, y algunos dueños pasaban por ellas periodicamente para mantenerlas en buen estado, como si tuvieran la esperanza de que esa pesadilla de la que habían sido protagonistas, fuera a acabar y volviera la vida y el bullicio a las calles. Y las casas se mantuvieron una buena decada sin ningun deterioro considerable, hasta que un día los amigos de lo ajeno abrieron una y no pasó nada, y una temporada después otra y otra, hasta el estado en que te encontrarás todo si tienes estómago para aguantarlo. Yo recuerdo la escuela profanada, y el ayuntamiento, con los papeles de caligrafía antigua esparcidos por el suelo y por las calles, y me parece que ningún asentamiento humano tiene derecho a pasar por este amargo trance. He subido hasta el cementerio y mientras me acercaba a la tapia me venía a la mente aquella frase rotunda del Heliópolis, de Ernst Jünger:

"en aquel lugar vivieron, amaron, esperaron y entregaron sus huesos a la muerte gentes innumerables."

29 de diciembre de 2009

Torremocha


Hay en el término de Fuente Tovar un antiguo despoblado de nombre Torremocha, perfectamente localizado y documentado. Partiendo de Berlanga hacia Almazán, dejamos atrás a la derecha el pueblo de Fuente Tovar. Al llegar al punto kilométrico 28,400 y unos trescientos metros a la izquierda se encuentran los restos de Torremocha. El lugar ha mantenido el nombre de Loma de Torremocha, y es muy posible que en lo alto de la misma, sobre la cota 931, encontremos todavía algún resto de la torre árabe de señales que estaría en comunicación con el castillo de Andaluz, o vigilaría algún vado sobre el Duero, que discurre unos quinientos metros al norte y que por cierto desde el aire tiene este aspecto caprichoso que se aprecia en la foto.

Hay por allí un arroyo que lleva el mismo nombre que el despoblado, y posiblemente también estén las ruinas de la ermita de Miralrío. Este punto se puede preguntar a alguien en Rebollo o en Fuente Tovar.
La Matilla o Dehesa de Rebollo te queda muy cerca. Si no la conoces, no puedes irte sin dar una vuelta por alli y ver su explosión de naturaleza, en cualquier época del año
Nos queda otro punto de interés en la comarca con el nombre de Torremocha: Se trata de una atalaya califal del siglo X, que se encuentra entre los términos de Bordecorex y Fuentegelmes y que aparentemente se halla en una zona oscura ya que no tiene comunicación visual con otras atalayas conocidas. Su estado es mucho más mocho de lo que su nombre parece indicar, ya que solo conserva unos cinco metros de altura. Para saber más y plantearse llegar hasta aqui, se aconseja visitar el blog de Bordecorex que lo explica con todo detalle (las fotos son de allí)

Soria románica

Durante el verano de 2001 hubo en la catedral del Burgo una interesante exposición sobre el románico en la provincia, que han tenido el detalle de mantener en una página web, ejemplo que debería cundir cuando se tratan temas de interés general o recopilaciones irrepetibles de objetos artísticos. Reproducimos aqui la descripción de los cuatro objetos de nuestra comarca que figuraban en la muestra, y emplazamos a enlazar con la página a los lectores de otras latitudes. Buen provecho.

Nº 14 Capitel. Piedra arenisca. 0,44 m. x 0,25 m. x 0, 26 m. Finales del siglo XII o principios del XIII. Bayubas de Arriba. Iglesia de la Asunción.

La iglesia de Bayubas de Arriba es un edificio románico de nave única y ábside semicircular, todo él construido en mampostería enfoscada. Los únicos elementos esculturados se concentran en la portada meridional, formada por dos arcos de medio punto lisos separados por una arquivolta de bocel que descansa sobre una pareja de columnillas coronas por capiteles de motivos vegetales. En el interior de la iglesia se conserva este capitel románico que fue extraído hace algunos años del muro exterior de la sacristía donde se encontraba reutilizado. Su estilo y decoración son idénticos a los de los capiteles de la portada por lo que suponemos que en origen debió formar parte de alguna ventana desaparecida. Presenta un nivel inferior de hojas muy esquemáticas y encima dos volutas con una cabeza antropomorfa o máscara en el centro.

Nº 15 Columnilla. Piedra caliza. 0,745 m. de altura total x 0,275 m. de altura del capitel x 0,25 m. de anchura. Finales del siglo XII. Berlanga de Duero. Colegiata de Santa María del Mercado.

Pieza monolítica formada por un plinto muy erosionado, cuatro fustes entorchados y tosco capitel que insinúa cuatro delgadísimas cestas con sus correspondientes collarinos, decoradas aquellas con rudimentarias hojas ovaladas que ocupan las esquinas, de nervios muy marcados, rematadas en la parte superior por un cuerpo rectangular a modo de ábaco, del que cuelgan tacos en cada uno de los frentes. Realizada por un artífice muy poco versado en talla escultórica, esta columnilla -o haz de columnillas- está depositada hoy en la sacristía de la colegial de Berlanga, aunque se desconoce su procedencia y primitiva ubicación, aunque su forma y medidas parecen relacionarla con un claustro, más probablemente con un pórtico -dada la frecuencia de este tipo de galerías en tierras sorianas- o incluso con el soporte de una mesa de altar.

Nº 16 Columnilla. Piedra caliza blanca. Capitel: 0,345 m. de anchura x 0,24 m. de altura. 0.94 m. de altura total. Finales del siglo XII o comienzos del siglo XIII. Colegiata de Berlanga .

Conjunto de basa, fuste y capitel en piezas independientes aunque sin duda formando parte de un mismo elemento de soporte. La basa se dispone sobre pequeño plinto y se articula en dos toros, mucho más grueso el inferior y flanqueado por bolas. El fuste muestra evidente éntasis, mientras que el capitel es de forma troncopiramidal y se halla decorado por las cuatro caras con un motivo relativamente habitual: la lucha de serpientes y aves. En dos de las caras aparecen sendas aves en reposo, de detallado plumaje y largos cuellos vueltos hacia atrás. Una de ellas atenaza con su pico el cuerpo en forma de bucle de una serpiente, que a su vez ocupa otra de las caras; el otro ave hace lo propio, estirando más aún el cuello para coger a una segunda culebra, que se dispone en la cuarta cara y que trata de defenderse enroscándose en su atacante. En uno de los ángulos se ubica finalmente una cabecita monstruosa, de cuya boca nacen los ofidios. Esta columnita, al menos en lo que se refiere a basa y columna, parece formar parte del mismo conjunto que otra de las depositadas actualmente, como ésta, en la capilla de Fray Tomás de Berlanga, conservando ambas algunos restos de color rojo en el plinto. Se desconoce su procedencia y su finalidad, aunque originalmente pudieron servir ambas tanto para la galería de un pórtico, como para un claustro o quizás como soporte de altar.

Nº 43. Pantocrátor lígneo. Madera de pino. 0,49 m. de altura x 0,16 m. de anchura x 0,06 m. de espesor. Segunda mitad del siglo XII. Colegiata de Berlanga.

Placa que representa a Cristo en Majestad, sentado sobre sitial. Aparece tocado con sencilla corona, sosteniendo el libro en la mano izquierda mientras que con la derecha bendice. El rostro muestra perfiles angulosos, especialmente en cejas y labios, con ojos almendrados y el vestido se organiza mediante pliegues muy planos, rectilíneos, en absoluto naturales: presenta los pies desnudos apoyando sobre un basamento, excesivamente grandes, desproporción que igualmente es patente en manos y cabeza. Aunque presenta restos del estuco que debía constituir la base para la pintura, carece de policromía, sin duda perdida por haber estado largamente expuesto a la intemperie, sobre la puerta de acceso a la Colegiata, de donde fue retirado hace algunos años para depositarse en la sacristía, donde habitualmente puede ser contemplado. Si bien este tipo de figuras, aunque siempre en piedra, suelen aparecer en la decoración de los tímpanos de algunas portadas, en el caso soriano, siendo bastante escasos tales tímpanos -que sólo existen en Santo Domingo de Soria, dos en San Nicolás de Soria (hoy repartidos entre el Museo Numantino y San Juan de Rabanera), el propio de San Juan de Rabanera, el de la ermita de los Mártires de Garray, otros dos en la parroquial de Tozalmoro y el que se halla descontextualizado en los muros de la propia colegiata de Berlanga-, sólo el que se puede contemplar en esta misma villa muestra a Cristo en Majestad -flanqueado por Tetramorfos poco habitual-, aunque con unas formas escultóricas en absoluto próximas . No sabemos tampoco si en origen esta talla pudo formar parte de un Tetramorfos ni la disposición que pudo tener, aunque el mismo hecho de ser de madera y lo plano de la figura dan pie para pensar que fuera concebido para un frontal de altar o para un retablo.

Publicidad

Fue un juguete muy popular en los años 70 y 80 porque combinaba sencillez y versatilidad. Creo que aun se sigue vendiendo. En una de sus primeras campañas publicitarias de prensa los creativos utilizaron un decorado muy familiar:

Ahí lo vemos, caballo y caballero blandiendo la espada y saludando al personal en el mismo "Prado de la Villa", con la muralla y el castillo al fondo; no muy apartado del camino por el que entraban y salían las mesnadas hacia donde estuviera la antigua Puerta del Campo, en el lugar que se adivina porque los cubos están más cercanos, y donde se decidió que debía partir la nueva muralla de tapial que cercaría la la Villa Nueva.

En nuestra modestia, pensamos que al notable exito del juguete, algo debió contribuir este simpático anuncio y nos extraña que otros productos no siguiesen su estela para mejorar sus ventas o para librarse del fracaso o la bancarrota. Esto se vendía como los churros. No digo más.

Avelino en Lumías


Conocí a Avelino Hernández fugazmente, en la época en que ocupaba un cargo en el ministerio de cultura. Llevaba la boina del país, era muy alto; había venido al colegio público de Berlanga a contar "La boina asesina del contador de cuentos" y ya circulaban entre los adolescentes inquietos algunos de sus libros, dos sobre todo: el "Silvestrito" y la joya de los libros de viajes que es "Donde la vieja Castilla se acaba", en la que se alternan fragmentos del mas fino humor celtibero con otros del pesimismo más sobrecogedor. A este libro hay que atribuirle el mérito de descubrirnos un mundo que era el nuestro, que estaba a un paso, pero que nos había pasado desapercibido. Con él comenzamos un diálogo más intenso con nuestra tierra, muchas veces reanudado y otras tantas interrumpido, y que es lo que nos hace regresar periódicamente.
El título de este blog lo tomé prestado de uno de los capitulos. En la idea original estaba parecerme un poco a Avelino y sobre todo agradecerle que nos despertara tantas cosas dormidas. Cuando van a cumplirse cuatro años de su muerte (el día 21 de julio) quiero recordarlo con este fragmento de su libro que habla de Lumías:


"¡Si tuvieras un rato para adentrarte andando por el valle angosto del río Talegones, hasta Lumías! Cuando estuve en abril había ruiseñores en la fronda de los huertos, por el molino viejo. Hay una iglesuela tan bien malhecha que parece perfecta. Y las casas de adobe y piedra, se cobijan contra el tajo abrupto de las rocas cortadas a pico que coronan racimos de nidos de golondrina y palomares en salientes y agujeros. Protegido del regañón y del cierzo, por el estrecho, el río manso apenas mueve al pasar las mimbres y los berros
Aquí saben aun los viejos las más primitivas rondas de Castilla; alguno puede que se arranque por jotas sorianas, y si los animas, jugarán contigo a los bolos, que era entretenimiento de cuaresma, y andarán las piezas guardadas en algún granero"
Hernandez, Avelino. "Donde la vieja Castilla se acaba. Notas para viajar por las tierras de Soria y apuntes para pensar desde allí en Castilla". Madrid 1982 Ediciones de la torre.
***más sobre LUMÍAS *** y sobre AVELINO HERNANDEZ

Catastros y lagartos

Según un documento de la Casa de Frías fechado en 1643, componían el Marquesado de Berlanga, la villa de Berlanga, con 340 vecinos, sin contar los eclesiasticos, y contando por cada dos viudas un vecino.
Y diecinueve lugares más, a saber:
  1. Abanco, a dos leguas, con 28 vecinos.
  2. Aguilera, a 1/2 legua, con 8 vecinos
  3. Alaló, a 2 leguas, con 14 vecinos
  4. Arenillas, a 2 leguas, con 50 vecinos
  5. Bayubas de abajo, a una legua, con 24 vecinos
  6. Bayubas de arriba, despoblado
  7. Bordecorex, a dos leguas y 18 vecinos
  8. Brías, a dos leguas. El barrio del condestable con 16 vecinos. Del otro barrio, perteneciente al Conde de Castro, señor de Gormaz, no hay datos.
  9. Cabreriza, a una legua, con 18 vecinos
  10. Caltojar, a dos leguas, con 40 vecinos
  11. Casillas, a una legua y tiene 10 vecinos
  12. Ciruela, a media legua, con 16 vecinos
  13. Fuentelpuerco (actual Fuente Tovar), a una legua de la villa, con 15 vecinos
  14. Hortezuela, arrabal de la villa, de la que dista un cuarto de legua, con 12 vecinos
  15. Lumias, a dos leguas, con 32 vecinos
  16. Morales, a una legua, con 4 vecinos
  17. Paones, a una legua, con 20 vecinos
  18. Rebollo, a legua y media, tiene 5 vecinos
  19. y La Riba de Escalote, a dos leguas, tiene 23 vecinos.
La relación que aparece arriba del todo, corresponde al Censo de la Corona de Castilla en el siglo XVI, y en él, además de la curiosa grafía de algunos topónimos, sorprende que solo un siglo antes del censo de la casa de Frías, Berlanga tuviera 107 vecinos más y 259 más entre todos los pueblos de la Tierra. ¿Qué pudo ocurrir para se produjera esa perdida brutal de población, llegando al caso extremo de que incluso uno de los pueblos perdiese todos sus habitantes?. Ese fue el caso de Bayubas de Arriba, Agua Yumbas, Gayubas (como las de la foto), que afortunadamente volvió a resurgir años después. En el catastro de Ensenada y en el Censo de Madoz ya aparece con población.
En estos dos documentos se habla de otro despoblado llamado La Ardachosa entre los dos Bayubas, unos 500 m. a la derecha del rio, en un pago con muchos restos de tejas y ladrillos, al que llaman Las Dachosas en Bayubas de Abajo y San Juan en Bayubas de Arriba, quizás en recuerdo de la advocación de la iglesia del pueblo, de la que se conserva un cristo en la iglesia de Bayubas de Arriba.
Ardachosa deriva de ardacho, nombre que hasta el siglo pasado se daba por estas tierras al lagarto ocelado, asi como a la lagartija se llamaba y se sigue llamando regaltena. La palabra deriva del árabe fardaj que significa lagarto y se utiliza todavía con algunas variantes en amplias zonas de Aragón, Navarra y Guadalajara. Fardacho, zardacho (en Guadalajara), esfardacho, alfardacho, gardacho, algardacho. En la novela "El rio que nos lleva" de José Luis Sampedro, hay un personaje llamado el zardachero, que se ganaba la vida vendiendo los lagartos que cazaba. En épocas de vacas flacas era su carne muy apreciada y los que lo han probado dicen que sabe a pollo.

21 de diciembre de 2009

El solsticio

En torno al 21 de diciembre en el Hemisferio Norte tiene lugar el Solsticio de Invierno, o lo que es lo mismo: la noche más larga y el día más corto del año. En este momento, el sol se encuentra a poco más de veintitrés grados sur, situado exactamente sobre el Trópico de Capricornio originando este cénit de las horas de oscuridad.

Entre los pueblos celtas, tan ligados a los ritmos de la naturaleza, el Solsticio de Invierno celebraba el nuevo resurgir de la luz y el declive de la oscuridad, y la fiesta se prolongaba durante varios días.

Durante Yule, que es otro de los nombres del solsticio, tiene lugar el alumbramiento del nuevo Dios del Sol, fruto de la unión de la Diosa Doncella y su Consorte durante el pasado Beltane (1 de mayo). El nuevo Dios crecerá y se hará fuerte, convirtiéndose en Consorte de la Diosa para comenzar un nuevo ciclo. Este nacimiento viene a confirmar la perfección del Universo, el equilibrio entre luz y oscuridad, y es un símbolo de esperanza que nos ayuda a comprender que tras cada fin siempre hay un comienzo. Yule es una palabra nórdica que significa "rueda".

En el siglo IV, el Papa Julio I decidió superponer la celebración de la Navidad a los antiguos ritos del Solsticio para facilitar el tránsito de la Antigua Religión al cristianismo. Por este motivo la Navidad, que no tenía fecha fija, fue colocada en el veinticinco de diciembre. Muchas de las tradiciones asociadas a la Navidad tienen sus raíces en los ritos de Yule, como por ejemplo decorar el árbol o intercambiar regalos.

El moderno Papá Noel, o Santa Claus, es también una figura tomada del paganismo, con características propias de Cronos, Thor, Odín, el Abuelo Hielo ruso... que el cristianismo asoció a San Nicolás de Bari

La mejor tradición de estas fechas, que afortunadamente no se ha perdido con las reconversiones de los ritos, es la de ofrecer algo a los que tienen menos que nosotros.

Que Yule y la Navidad os sean propicios a todos los lectores de buena voluntad.

Agradecimientos: Textos paganos

14 de diciembre de 2009

El congrio rancio

LA CONGRIA, UNA OFERTA CENTENARIA DE PESCADO CECIAL A PUNTO DE EXTINGUIRSE
Juan A. Martínez Gómez-Gordo
Cronista Oficial de Sigüenza

La congria es el cecial del congrio, y cambia su género por ser femenino aumentativo, al adquirir mayor tamaño, al abrirlo en abanico y agrandarlo aún más al hacerlo cortes a lo largo. Es conocida también como "congria de agujeros", "congria estirada" y "congrio rancio", si bien esta última calificación es algo aberrante, pues el congrio debe ser simplemente "seco", como indica su calidad de cecial, del latín sicus=seco. Constituyó durante siglos una oferta de pescado cecial, para consumo de los pueblos mesetarios alejados del mar, para el cumplimiento religioso de los "días de pescado", y Sigüenza con Almazán de Soria y Calatayud de Zaragoza, constituyó un triángulo de amplia oferta de dicho alimento, sobre todo a partir de la implantación del ferrocarril.
La congria, en todo el Centro de nuestra Península, junto con el bacalao salado, las anchoas, las sardinas arenques de Cuba, los chicharros en escabeche, la mojama, etc., y hasta el siglo XVI los ceciales de merluza, cubrían los 40 "días de pescado" de Cuaresma, los viernes de todo el año y las diversas vigilias; tierras donde no existía abundancia de pescado fresco, fuesen truchas, carpas o anguilas, y éstos estaban reservados para la mesa de magnates civiles o religiosos. En los recetarios monacales, solía prepararse "para cuando viniese el Sr. Obispo", orzas de escabechados o empanadas de truchas, anguilas, bonitos o besugos, y en las ciudades medievales, como en Sigüenza, existía la "caseta del agua", donde a diario se realizaba el remojo o desalado de las diversas salazones, antes de ponerlos a la venta.
Venía la congria de la Costa da Morte, en Finisterre, del puerto pesquero de Muxía, donde unas contadas familias lo oreaban, una vez abierto y eviscerado, poniéndolos a secar sin salazón alguna en una zona rocosa. Durante siglos, los sogueros de Calatayud, al transportar sus cordeles y maromas a las tierras gallegas, para no venir de vacío, traían los fardos de congrias. Del alto Jalón al alto Henares, por ruta milenaria, transformada en camino Real, los arrieros y trajinantes, la transportaban a las tierras alcarreñas. Como su pariente gastronómico el bacalao, la congria se consumió durante siglos asada o guisada acompañada de huevos duros, y fue a partir de finales del siglo XVII y sobre todo en el siglo XIX, cuando su consumo se extendió por su peculiar e intenso aroma, capaz de mejorar la palatabilidad de unas simples y humildes patatas. Este plato se ofrecía a los segadores foráneos en la época de la recolección -cuando se trabajaba de "sol a sol" y se hacían seis colaciones diarias-, y se servían guisadas con cebolla, laurel, pimientas y punta de guindilla. Era entonces "comida de pobres", siendo hoy, por su elevado precio "comida de ricos", como simple curiosidad gastronómica.
Una vez finalizadas las guerras carlistas se emprende la gran tarea de dotar a nuestra nación de una amplia red de ferrocarriles, abandonando la atención a las líneas de diligencias, organizadas en 1836 como Real Compañía de Diligencias. Para las tierras de Guadalajara en 1851, en los postreros años del reinado de Isabel II, se proyecta una trazado de este nuevo "camino de hierro", gobernando Bravo Murillo -quien ya en 1847 había impulsado el primer proyecto de ley de ferrocarriles-, y rigiendo a la sazón el Ministerio de Fomento don Mariano Miguel Reinoso -antiguo militar y rico propietario vallisoletano-, quien realizará este tercer proyecto general de ferrocarriles. En febrero de 1856 se anuncia la subasta pública de la concesión de esta línea, que se adjudica al grupo empresarial francés Grand Central Francés y a la Banca Rothschild formando la Sociedad Española Mercantil e Industrial, ampliada después con otro grupo financiero y el mismo marqués de Salamanca, junto a los capitalistas ingleses, dando lugar más tarde a M.Z.A., y enlaza Madrid con Zaragoza en 1864.
Don José de Salamanca, ministro de Hacienda en 1847, banquero, abogado y político, apasionado por las especulaciones financieras, metido en los negocios del ferrocarril desde las primeras concesiones, aparece en este trazado de Madrid-Zaragoza tras de haber sufrido grandes vaivenes políticos e incluso el destierro por sus arriesgados afanes empresariales.
Siguiendo el afán comercial de Salamanca, pronto se une a la estación de ferrocarril de Sigüenza, un apartado especial para la gran nave-almacén del estanco de la sal que comerciará la gran producción de las salinas de Imón y La Olmeda que administraba la mitra seguntina. Al mismo tiempo, se enlaza la estación de ferrocarril con la ciudad, separadas por el río Henares, con un hermoso puente de piedra que recibirá el nombre de la Infanta Eulalia, nacida por aquellos días de 1874, en cuya ceremonia de su primera piedra bendecirá la paleta el cardenal y obispo de la Diócesis don Francisco de Paula Benavides y Navarrete, con la presencia del Gobernador civil, del Director General de Obras Públicas don Tomás de Ibarrola, del Ingeniero Jefe y las autoridades municipales presididas por el alcalde don Antonio Martínez. Al unísono va surgiendo un nuevo barrio en torno a la estación ocupando tierras del Cabildo catedralicio, "para atender al ensanche y ornato público", entre cuyos flamantes edificios contará con la oficina central de las citadas salinas y una fábrica de chocolates y almacén de coloniales para la distribución comarcar de la congria.
Con el ferrocarril, Sigüenza se convierte en un centro comercial de la congria, compitiendo con Calatayud y Almazán. Anualmente, en primavera, se descargan vagones de fardos de este cecial y son varios almacenes de coloniales, para abastecer a los labradores del contorno de los miércoles y sábados, día de mercado local. Tienen además estos poderosos industriales a su órdenes a numerosos representantes para distribuir el género por toda la amplia zona de la Serranía y de la Alcarria alejada de rutas importantes, tanto de carreteras como del ferrocarril. Disfruta por estos años Sigüenza, dentro de la provincia de Guadalajara, de un floreciente mercado de la congria que perdura hasta los años 50-60.
Con la aparición de las máquinas cosechadoras desaparecen las cientos de cuadrillas de segadores venidas de Levante o de Extremadura y con ello decrece la demanda de este cecial tan socorrido. Al mismo tiempo la extensión masiva de medios de comunicación, unido a la rapidez de la entrega, aumenta el consumo de pescados congelados, y a mayor abundancia, las piscifactorías de truchas alcanzan su mayor expansión; la misma Guadalajara produce más de un millón de kilogramos anuales. Al mismo ritmo va decreciendo en la sociedad española la observancia cuaresmal. Como consecuencia de todos estos factores, el comercio de la congria decae aparatosamente hasta hacerse difícil la adquisición de este cecial.
La escasas familias de Muxía de la actual generación dedicadas a esta industria del secado exclusivamente entre los meses de abril y mayo, van envejeciendo al tiempo que la demanda decae a límites ruinosos, y, teniendo en cuenta además, que algunos vecinos del mismo puerto que han intentado prepararlo, han fracasado porque se les pudre el género -tal vez por secarlo en playas arenosas-, muy pronto veremos desaparecer la congria de los escaparates especializados en estos ceciales.
De los tres alimentos emblemáticos, la miel, el cordero lechal y la congria, Guadalajara en el siglo XXI habrá perdido al más peculiar.

9 de diciembre de 2009

S.O.S. Paones

La Iglesia románica de San Pedro, en Paones, se encontraba abandonada a su suerte desde el triste día que se derrumbó la bóveda de lunetos, allá por los años setenta. La causa, que ahora nos parece surrealista, fue que el obispado retiró gran parte de las tejas para arreglar el tejado de la colegiata de Berlanga. Aqui viene al pelo lo de desnudar un santo para vestir a otro. Por aqui estamos bastante acostumbrados a este tipo de espectáculos bochornosos.

La cabecera es de buena sillería rematada por cornisa de modillones sencillos. El ábside semicircular se articula mediante cuatro estilizadas semicolumnas que apoyan en mensulillas con forma de capitel zoomórfico sobre un alto rebanco y se rematan con capiteles lisos y bulbosos. En el interior del muro norte del presbiterio quedaba algún resto de pinturas murales, y se conserva un arco ciego apuntado sobre una pareja de columnas con voluminosa basas y capiteles historiados de ruda talla.

En Paones tambien se conserva, aunque en condiciones lamentables, una atalaya musulmana, es de suponer que de similares características a las que jalonan toda nuestra comarca y que sirvieron para comunicar con señales las vecinas alcazabas de Gormaz, Atienza y Berlanga. La torre está literalmente profanada e invadida por dos casas que, en el colmo del escarnio, han colocado una antena de televisión en lo alto. Solo se ve su parte posterior. Tiene siete metros de altura y tres de diámetro.

Aqui, en Paones, había nacido tambien el cura Domingo Molina Alcalde, que estuvo muchos años en la parroquia de Budia, donde escribió un libro titulado La Virgen del Peral de Budia (1930). Con setenta y cuatro años recien cumplidos fue fusilado en la carcel de Guadalajara en 1936

Casi siempre que paso por Paones, estoy a punto de perder la esperanza. Este pueblo es un ejemplo vivo de lo que representa la despoblación, la muerte de una forma de vida. En realidad toda esta comarca de la Tierra de Berlanga lleva medio siglo de capa caída, pero en algunos pueblos esa decadencia se nota más que en otros.

La iglesia seguía poco a poco desmoronándose, esperando como agua de mayo esa ayuda prometida que nunca llegaba. En el Plan románico Sur, su arreglo o reconstrucción estaba prevista para el 2008. En marzo de este año por fin se vio llegar a unos montadores de andamios, con lo que todavía quedaba un rayo de luz para los incautos que creemos en la salvación de los pueblos.

El obispado, interesado en salvar las almas, dueño de la iglesia y de la casa desmoronada que le hace frente al otro lado de la carretera no ha mostrado el mismo interes por salvar los pueblos y las joyas arquitectónicas que guardan, cómo esta iglesia de Paones, que aunque no completamente románica, si que conservaba toda la cabecera de este estilo, incluyendo unas pinturas y restos de esculturas en sus muros que según las malas lenguas algún cura se ocupó de arrancar a golpe de piqueta. Rescato del archivo este artículo de José María Lucas publicado en el Soria Semanal, un 14 de marzo de 1987. Es interesante como documento que muestra las amargas peripecias sucedidas en el pueblo y en su iglesia. Espero que Paones siga siendo pueblo muchos siglos y no un montón de ruinas, como parece que le auguran los tiempos. Y que ustedes lo vean.

PAONES PERTENECE AL AYER
Artículo de José María Lucas, 14 de marzo de 1987

Fue municipio hasta hace pocos años en que perdió su identidad y pasó a ser considerado como barrio de Berlanga de Duero de la que lo separan solamente 5,7 kilómetros. Ha sido uno de los pueblos de la provincia que más han sufrido el abandono de sus gentes.

En el año 1866, su población era de 351 habitantes, estando formado el pueblo por 29 edificios de una planta y cuarenta de dos, tenia agregado el anejo de Ciruela que lo formaban 15 edificios de una planta y 25 de dos. Cien años más tarde la población alcanzó la cifra de 450 almas, hoy, en el mes de septiembre de 1986 su población se ha reducido a la enorme cantidad de nueve personas, de las que cinco de ellas superan los 65 años de edad.

La cruza por el centro la carretera de Berlanga a Retortillo, a la entrada del pueblo nos encontramos con el edificio de la iglesia, desmantelada y hundidita. No lo puedo remediar, pero cada vez que veo una iglesia en esas condiciones, algo me dice que el pueblo ya no tiene salvación, a pesar que como en este caso, parezca que alguno de sus antiguos habitantes quieren demostrar lo contrario con la recuperación de viviendas, sobre todo en los tres últimos años, algunas de las cuales, que he tenido el gusto de ser invitado a visitar, reúnen unas condiciones de habitabilidad que no se pueden conseguir en ningún tipo de piso, amplias, modernizadas interiormente, dotadas de todo tipo de adelantos necesarios para poder vivir con gran comodidad, así y todo, puede que se sigan restaurando y mejorando algunas otras, el pueblo ha perdido su única belleza, la riquísima iglesia y el pueblo no volverá a ser nunca lo que fue, le faltará algo, le faltará su único monumento del que se encontraban orgullosos. Desde hace tres años, las fiestas se pasaron al día 15 de agosto, antes eran en el día de la Ascensión, en el mes de mayo, y se celebran desde entonces con gran animación de las más de 120 personas, niños incluidos, que viven durante los meses de julio y agosto.

Estuve hablando con Pablo Muñoz y su mujer, que residen en Madrid desde hace muchos años, están jubilados, tienen una casa reconstruida perfectamente y llena de todas las comodidades que se pueden tener hoy día, por lo que les pregunté si es que pensaban venir a residir al pueblo definitivamente al encontrarse ya jubilados. No, no se atreven a la aventura (aquí podríamos aplicar un párrafo del primer acto de Don Mendo: “Aventura es aquesta, que dura porque perdura el bodoque en mi ballesta”), así es, no se atreven porque aventura sería el estar en un lugar que la vida depende del bodoque de la ballesta. Se refieren y quejaban de la falta de servicios y asistencias, sobre todo médicas, ya que el médico sólo acude cuando son reclamados sus servicios.

Como es lógico pensar, las calles, excepto la carretera que parte el pueblo se encuentran sin pavimentación alguna. Hay teléfono rural, pero se da la circunstancia de que el hombre que lo tiene en su domicilio, es una persona que supera los 80 años y se va a trasladar, en unión de su mujer, a vivir a Valencia con sus hijos, y aún no se había decidido quién se iba a hacer cargo del mismo. Tienen agua y luz más que suficiente, pero carece de la seguridad de servicios imprescindibles para personas que se encuentran en edad avanzada, y ese temor, que no sólo lo tienen ellos, sino también alguno más que podrían decidirse a residir en el pueblo, es lo que en realidad impide que se puedan habitar, aun cuando sea por jubilados, un poco más el pueblo. De los nueve que residen en la actualidad durante todo el año hay cuatro que superan la edad de 65 años y del resto, no hay ninguno que sea inferior a los 45 años.

La iglesia fue construida sobre otra románica (casi todas las de esta zona han sido así) de la que conserva el ábside, precioso por cierto. En la parte exterior tiene cuatro columnas asentadas en ménsulas, dos con la talla de una cara de figura humana y las otras dos con la cabeza de una especie de macho cabrío. En el interior se encuentra, afortunadamente, desmantelado de sus altares, retablos y del órgano. Me quedo asombrado al ver que en muchos de estos pequeños pueblos existen en sus coros, órganos, algunos de ellos de muy buena calidad. Según el amigo Muñoz, muchos de los tubos del órgano fueron robados cuando se acostumbraba a emplearlos como tubo de escape de los coches, para mejorar el sonido de los mismos. Achaca la culpa del hundimiento de la techumbre y por lo tanto de la destrucción de la iglesia, al cura que la tenía a su cargo y al anterior Obispo Teodoro, que les prometió unas ayudas que no llegaron para poder retejar y cambiar alguna que otra viga.

En la parte del presbiterio, que es una verdadera maravilla, adosado a su derecha, hay una hornacina románica, arco, dos columnas y capiteles que harían desear poseerlo a más de una iglesia de la provincia y no digamos si fuese para particular, cuantos darían lo que les pidieran por poder tenerlo en su casa u hotelito de residencia. En los huecos dejados por los retablos, se pueden apreciar gran cantidad de piedras talladas, correspondientes a la antigua estructura románica que debieron, mejor dicho, fueron empleados para rellenar los muros de la nueva fábrica.

Pero ya estamos en los tristes detalles, al pie del presbiterio, hay una hermosa y gran losa o lápida, de una sola pieza, de gran grosor y no menos peso, que ha sido levantada (seguramente para poder depredar lo que se pudiese encontrar bajo la misma, que pudiera ser como siempre o casi siempre, nada), pero la pena no es lo que hayan podido encontrar bajo ella, la pena es que está izada y casi de canto, por lo que hay peligro que en cualquier momento se quiera poner, ella sola, en la posición que tenía y se parta en uno o más trozos.

Ahora me voy a permitir hacer una pregunta que sé de antemano que jamás tendrán ningún tipo de respuesta, pero que espero que alguna vez, por cansancio o por coger despistado al responsable del tema en la Diócesis de Osma, se decidan a dar algún tipo de explicación. ¿Qué se espera hacer con la iglesia de Paones, sabiendo que la reconstrucción de la misma y de sus tejados no se va a realizar? ¿Qué se piensa de esa joya románica que es el ábside y por lo tanto el presbiterio? ¿Se va a permitir que se vaya destruyendo y deshaciendo lentamente?

Cuando un hombre al igual que yo, recorre tantos y tantos pueblos de la provincia, ve tanto desastre y abandono, tanta destrucción de lo que es arte, también paisajes y naturaleza, se termina cansado, agotado, y duele el alma y hasta la raíz del pelo, al ver que no hay forma de conseguir explicación de alguien que sea el responsable de mantener y cuidar algo, que aún cuando ellos y muchos al igual, no le dan ningún tipo de valor o precio, hay que reconocer que lo tiene, y algo más alto de que parece. Pero sobre todo es que no comprendo cómo se permite destrozar y dejar abandonado a su suerte tantas y tantas joyas arquitectónicas y artísticas diseminadas por los cuatro puntos cardinales de la provincia. Luego se dice: “¡Ay!” Han abierto una ermita o iglesia y se han llevado tal figura y tal trozo del retablo. ¡Qué horror!”

¿Cuánto habría que lamentarse cuando vemos que se destrozan, sin beneficio para nadie, ni siquiera para los ladrones, tantos retablos y figuras, imágenes, ábsides, torres, etc, etc?


Paones, 4 habitantes según el Instituto nacional de estadística, datos de 2007.

Iglesia románica reformada en el XVIII y abandonada en el XX hasta su casi total desparición. Proyecto de consolidación en marcha. En el pueblo nadie sabe en que va a consistir.

Conserva una fuente publica, un lavadero y un frontón. Tiene pavimentadas las calles y la plaza, la mitad de las casas en ruinas y la otra mitad en buen estado.

Tiene también una atalaya árabe junto a la que inexplicablemente se permitió contruir unas casas. Es posible que quede algún vestigio arqueológico de otra torre en los alrededores, a juzgar por los nombres de los parajes.

En los alrededores se encuentra el santuario rupestre de El Chorrón y el Espacio natural de La Cueva del Ojo, con pinturas rupestres. Ambos lugares necesitados de urgente protección, aparte del necesario estudio y reconocimiento oficial que los saque del anonimato y los convierta en recursos turísticos de primera.

A estos recursos, habrá que añadir a partir de hoy uno más, y es que en las obras que se llevan a cabo en la iglesia se ha descubierto una pequeña galería que fue tapiada en la reformas del XVIII. El maestro albañil encargado de ocultarla no se imaginaría que, unas cuantas centurias más tarde, en una luminosa y fresca mañana de mayo, un equipo de restauradores la volvería a descubrir para el mundo y los pocos vecinos de Paones, descendientes de los dos centenares de almas que en aquellos días debían de vivir en el pueblo.

Los adosados de la iglesia ya no son necesarios, y a cambio tendremos una galería porticada, grandiosa en su modestia, para que el sol cree sombras en sus arcadas y capiteles, de manera que sea igual y distinta según la hora del día, y para que gentes de otros lugares se acerquen y se emocionen como este servidor de ustedes, y eso que no está más que recién descubierta.

Este encuentro sorprendente e inesperado ha retrasado un poco los planes iniciales de restauración, que esperamos ver pronto finalizada.


Agradecimientos: El ojo de Soria y José María Lucas.