27 de julio de 2015

Un respeto

En el blog Aceptando lo que venga, se cuenta este suceso acaecido al Nemesio y su hijo Cirilo cuando, de camino a la feria de Berlanga, fueron asaltados por cuatro forajidos en la Fuente del Caballero.

El Nemesio y su chico el Cirilito salieron de su pueblo un siete de diciembre a la feria de Berlanga. Iban padre e hijo tan contentos con la intención de vender la mula vieja que llevaban y volver con una joven.
Al llegar a la Fuente del Caballero estaba anocheciendo. Cuatro sombras bien embozadas les salieron al paso y sin mediar más palabras les dijeron que les dieran el dinero que llevaban. El padre dijo que no llevaban dinero, que sólo iban a vender la mula y el Cirilito que, ni era muy espabilado ni tenía cara de serlo, guardó silencio asustado. SEGUIR LEYENDO

1 comentario:

  1. En tiempos en que parece que es más importante el sombrero que uno luce que la cabeza de la persona, no está mal pensar en la utilidad de la boina para proteger lo realmente importante. Así que este verano adquirí en Soria una como la del de la foto, que pienso estrenar en cuanto el frío haga mella en mi cada vez más despelada cocorota. Eso sí, el precio de las boinas está por las nubes, si consideramos que son pocos los centímetros cuadrados que cubren una cabeza.

    Tendremos que acostumbrarnos mutuamente, la boina y yo, a soportarnos. Pero de alguna manera profundizaré mi nexo con las gentes del terruño, esos chicos que en las fotografías escolares de los años 30 iban ya todos a la escuela con la boina puesta, yo creo que apretada a tornillo. (Véase aquí la foto de la escuela de mi pueblo en el año 31)

    Además podré dejar la billetera en casa, imitando al Nemesio. ¿Se podrán también albergar dentro de la boina las numerosas tarjetas de crédito y de descuentos de los supermercados?: os lo podré contar cuando llegue la Primavera.

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