7 de septiembre de 2009

Ausencias


La foto ya tiene unos añitos y no es mía, porque no había nacido, ni de nadie de mi familia. La he tomado prestada, espero que no se moleste nadie, porque ilustra uno de los problemas que padece nuestra tierra: el abandono del patrimonio artístico.

Como en otros pueblos de Castilla, se vive hoy una época de relativa abundancia, que se palpa en la construcción de nuevas casas y en el adecentamiento de algunas otras del caserío urbano o casco viejo. Paradójicamente esta expansión urbanística no acarrea un aumento de la población residente, antes al contrario: la población del municipio ronda peligrosamente la barrera de los mil habitantes; una tercera parte de la que tenía cuando se hizo la foto.

Comparada con una foto actual, comprobaríamos que han desaparecido Las Escabas, aquella tierra mítica de peleas con espadas de madera, el vertedero que era a la vez un parque temático de la basura y la imaginación, y con entrada gratuita. Todo sea por la higiene y el bien común, pero que conste que he visto parques temáticos que daban más asco que aquel. También han desaparecido lamentablemente esta vez, la torre derecha del palacio y el arco de triunfo de la ermita románica de San Juan, en las faldas del castillo, como se fueron desmoronando también los muros del ábside que lo sujetaban y los muros de tapial adyacentes de lo que algunos identifican con la muralla que protegía la alcazaba árabe anterior al castillo. No se trata en esta bitácora de hacer inventario de las ruinas. En todo caso, el invierno que se cayó la torre del palacio no se hizo ninguna referencia en el programa de fiestas, ni en el boletín de la diócesis cuando se cayó el arco de la iglesia. (video de Peridis)

Para acabar con las ruinas es importante tener memoria, recordar como eran nuestros monumentos e incluso dónde estaban. Nadie puede hacer un inventario de todo lo que se ha perdido desde el estropicio de la francesada hasta nuestros días. La fotografía es un invento muy reciente y la memoria del pueblo no es algo que resista el pasar de las generaciones. Los archivos del ayuntamiento no es que dejen verlos a todo el que lo pida, dándose el caso flagrante de que una vez solicitó su estudio un licenciado en Historia natural de la Villa pero que no residía en ella. De nada le sirvió haber pasado aqui toda su infancia y adolescencia, porque el alcalde de la época le dijo que no podía ser. Este mismo alcalde poco tiempo después concedió el favor a una amiga suya foranea y del ramo de la hostelería.


¿Cuantos se acuerdan, por ejemplo, de la fecha de demolición del juego de pelota?, y ¿quién sabe cuando se construyó

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